Tipologías de UGC en Youtube

La reunión de grupo que llevé a cabo con nueve chicos y chicas de un instituto me ayudó, entre otras cosas, a establecer una tipología de vídeos que los usuarios cuelgan en internet.

Esta tipología me sirvió sobre todo a hacerme una idea más global de qué tipo de contenidos audiovisuales generados por los propios usuarios existen en la Web, algo que me será de gran utilidad a la hora de analizar tanto los contenidos de los vídeos como el tipo y la calidad de comunicación que generan con los demás usuarios.

La diferenciación de estas tipologías también me ha servido para diseñar el cuestionario que pasaré a aproximadamente 60 jóvenes de entre 16 y 20 años.

1. Monólogos: La gran mayoría de ellos de tipo humorístico. Se basan en una persona delante de una cámara. Pueden ser más o menos elaborados, con más o menos efectos visuales dependiendo de la pericia del autor. Este ejemplo es del video blogger mexicano Werevertumorro, un autor con muchísimos seguidores en todo el mundo y que ha cambia visiblemente su estética y la calidad técnica de sus vídeos a medida de que ha ido ganando más adeptos. 
2. Covers: Reconozco que desconocía que las versiones, generalmente acústicas, de canciones famosas se les llamase "covers" en la jerga de los internautas más jóvenes.
3. Parodias: Pueden ser de todo tipo, referentes a películas, series o programas de televisión, etc.. Hay incluso, eso es curioso, parodias de vídeos que han colgado otros usuarios generándose por lo tanto una suerte de diálogo audiovisual entre los usuarios.
4. Tutoriales: De cualquier tipo, abundan los relacionados con el conocimiento de software pero también los hay de cualquier fomentando la cultura del DIY.
5. Artísticos: En esta clasificación entrarían una gran variedad de vídeos realizados con una finalidad estética o narrativa, desde stop-motion, animaciones, cortometrajes de todo tipo, etc..
6. Lipdub: Por la cantidad de vídeos que hay de este tipo podrían establecerse como una tipología a parte aunque bastante relacionada con la anterior. Este tipo de vídeos los suelen realizar instituciones de todo tipo (centros educativos, asociaciones, centros sanitarios, etc..) para darse a conocer en la Web.
7. De Videojuegos: Esta tipología también la descubrí a través de lo que me dijeron los chicos en la reunión de grupo. Se trata de vídeos realizados por usuarios de videojuegos que graban momentos puntuales de sus partidas que ellos consideran relevantes y de especial dificultad posiblemente con la idea de mostrar sus habilidades y sus logros a otros usuarios.
8. Documentales: Se trata de grabaciones en vídeo de cualquier temática (proliferan entre los adolescentes las grabaciones de fiestas y reuniones de amigos, excursiones, bromas, etc..) Pueden estar más o menos editados posteriormente pero en general se diferencian de los anteriores en que no parece haber una planificación. Suelen ser materiales "puros" en el sentido de que son subidos directamente sin editar, salvo la inclusión, en algunos casos, de títulos o de tags. Este tipo de vídeos son los que más se suelen propagar a través de las redes sociales o de los servicios de mensajería como WhatsApp.

La envidia de las televisiones

El sueño de todo creador de cualquier época se hace realidad con muy escasos medios; obtener una respuesta inmediata de las opiniones del público a cerca de su obra. Las herramientas comunicativas que ofrece la web 2.0 permiten no solo llegar a infinidad de individuos sino que también han generado verdaderas comunidades de aprendizaje donde la cultura del DYO (do it yourself) está rompiendo las barreras meramente técnicas.

Visitantes de todo el mundo acceden con la misma tecnología (a la que ahora se suma la de los dispositivos móviles) a estos vídeos que, por nivel de audiencia y repercusión mediática, rivalizan con los medios tradicionales y están transformando de alguna forma también a estos. 

A este respecto podríamos citar algunos casos de vídeo blogs que, a raíz de su gran repercusión en la red, han saltado a medios como la televisión. Tal es el caso de la serie “Qué vida más triste” que se emitió en la Sexta desde 2008 a 2010 y cuyo origen era un vídeo blog del mismo título que se remonta al año 2005 cuando Natxo del Agua y Rubén Ontiveros decidieron empezar a grabar una serie de vídeos cortos (15 minutos) en casa de su amigo Borja donde, con una gran dosis de humor negro, iba contando lo que le había acontecido durante la semana.

La serie de internet constituía una especie de metaficción ya que los personajes del vídeo tenían los mismos nombres en la realidad pero introducían elementos totalmente ficticios en la trama de los vídeos.

De hecho la serie estaba rodada en la casa del protagonista, Borja Pérez, en su propio cuarto al más puro estilo videoblogger y este siempre hablaba a la cámara dejando ver que estaba rodando un diario digital (como en realidad era). Todo este juego de metavideocreación perdió algo de su esencia en la versión televisiva aunque se intentó preservar el mismo formato y estética. 

 Este vídeo en concreto pertenece a la temporada televisiva con la Sexta, no sé por qué extraña razón no consigo que Blogger me acepte el enlace de vídeos de las primeras temporadas (seguro que hay algún duendecillo de las teles comerciales que está dando la lata)

Con este trabajo tratamos de saber algo más acerca de estas creaciones que los jóvenes comparten, comentan y recrean en la web. Se trata de analizar su discurso para ver cuáles son las motivaciones de los jóvenes productores de estos mensajes así como conocer un poco más el tipo de comunicación que se genera a través de este intercambio de material audiovisual. A este respecto el periodista ecuatoriano Serafín Ilvay señala respecto a estos jóvenes creadores:

“La meta es lograr reconocimiento, lo que le dará prestigio y eso significa seguidores que miren sus trabajos. En el mundo de los fans las calificaciones, positivas o negativas, son muy variables, por lo que hay que lograr atención… y a la larga pueden ser ingresos económicos por publicidad o giras promocionales"

Las redes sociales sirven para hacer eco de estas creaciones que, como hemos visto, pueden rivalizar en audiencia con medios tan asentados en la sociedad como la televisión, que ve peligrar su influencia por las creaciones de unos jóvenes que no han tenido que invertir sumas millonarias en producción y distribución de su trabajo. La frescura y la inmediatez, en definitiva, la propia voz del sujeto que se pone delante de la cámara parece que está ganando la partida en este nuevo panorama comunicativo.

 

El peso de los UGC

Los UGC (User generated content) o contenidos generados por el usuario de naturaleza audiovisual son numerosísimos en la web. Sitios web como Youtube permiten a los creadores de contenido audiovisual alcanzar audiencias comparables a la que alcanzan los grandes medios tradicionales como la televisión o las grandes compañías de distribución.

La siguiente infografía nos habla de la enorme cantidad de material audiovisual que los usuarios suben a la web; 35 horas de video se suben cada minuto sólo a Youtube, 20 millones de videos se suben a Facebook al mes, 60 billones de vídeos vistos al mes en Youtube y 2 billones de vídeos vistos al mes en Facebook.

 

Las posibilidades de interacción y de diálogo con el resto de usuarios animan a aquellos jóvenes que producen y comparten material audiovisual. Casos como el del veinteañero mexicano que se autodenomina “Werevertumorro” que pasó de ser un videoblogger desconocido a tener miles de seguidores en Youtube que visualizan, comentan y versionan sus vídeos proliferan en la red. Según Ilvay, sus vídeos más visitados están alrededor de las 2,3 millones de reproducciones. Solo en los primeros días de diciembre del presente año, su video sobre Navidad, fue visto más de un millón de veces.

En relación al efecto que sobre estos videobloggers tienen las numerosas respuestas que reciben de sus usuarios en forma de suscripciones a su canal, a sus redes sociales, ect, es interesante transcribir aquí las declaraciones del citado “Werevertumorro” en uno de sus vídeos:

“Hoy ando más de buenas, y agradecido con ustedes por suscribirse a todas mis redes sociales que están acá abajo. ¿Para qué quiero familia, para qué quiero amigos?, cuando ustedes, con sus suscripciones me dan algo de autoestima” (Primeros 30 segundos del vídeo)

Estas declaraciones, probablemente exageradas y hechas en un evidente tono humorístico son bastante explicativas del efecto que puede causar en los videobloggers el hecho de que su trabajo sea seguido por miles de usuarios en todo el mundo, usuarios que no son espectadores silenciosos sino interlocutores activos.